Encontré amor

Salí a caminar y no busqué personas; así pude ver sonrisas, miradas y acciones, entonces me di cuenta que estaba viendo amor y descubrí que al amor solo lo vemos cuando nos concentramos en él.

No es tan poco lo que hay

Aunque no haya un compromiso definido ni siquiera una promesa de amor eterno debes saber que el corazón me late fuerte al verte, que mi piel vibra al tenerte, que tus abrazos, caricias y besos me producen las mariposas que se anuncian los enamorados cuando quieren avanzar afianzando su compañía.

¡¿Quién sabe?! Quizás lo que siento no es tan poco como lo que creo y el amor se está escondiendo disfrazado de amistad incondicional. Si así fuera me dispongo a jugar a las escondidas haciéndote saber que las ilusiones de niña buena, “corazón de oro”, son tan reales como la sonrisa que te brindo al verte, tan sinceras como mi mirada más profunda y tan firmes como mi mismo ser.

Sacrificando, compartiendo, llorando y riendo es que vamos avanzando en lo que aun no definimos y por eso sigue existiendo, porque en algún punto nos permitimos ser tiernos niños que comparten sus sueños y anhelos con esa confianza plena que la amistad solo permite y el sustento pleno de dos seres que juntos van construyendo y convirtiéndose en adultos.