Tenemos los nervios como autopista atorada por accidente de tanta tensión mala que cargamos. La mayoría, sin darnos cuenta, vivimos así. Pero existen unos seres que se destacan por talentosos y por suertudos.
Son los seres a quienes la música los obliga a las tensiones
buenas de la vida. Sino fíjate cuando tocan un instrumento cómo se tensan al
comenzar y cómo sus hombros se relajan al dar la nota final.
A veces vos, sin darte cuenta,
también haces música, porque descansas con la mano en sol o en fa, y roncás con
ritmo de percusión. Puc, ghja, puc, ghja.
A veces vos, sin que lo sepas,
sos la
única melodía que me gusta escuchar.
Y si te toco, me relajás.
* La pintura es de Rob Gonsalves (1959- )