lunes, 9 de junio de 2014

Las minas con gato son lo más jodido que hay


Hoy me gustaría plantear el tópico de "tener un gato" pero poniendo énfasis en el perfil de las minas que adoptamos uno, una o varios, cuándo lo hicimos y cómo estábamos cuando tomamos la decisión. Creo que, cual descripción del horóscopo, tenemos más de una cosa en común que nos identifica. Por ejemplo:

1) Dijimos que nunca jamás tendríamos un gato porque nos resultaban raros y nos producían desconfianza. De mi parte, siempre sostuve que “jamás tendría un animal de esos porque viviría con la sensación de que en cualquier momento me atacaba”, hasta que tuve uno. Ahora, la gran pregunta sería ¿qué nos hizo cambiar de decisión? Quizás coincidamos en el hecho de que…

2)  Estábamos solas y la llegada del gato nos agarró con la guardia baja. Entonces, si mutamos nuestra decisión por esa mezcla de soledad y ternura, ¿también cambiaremos de parecer respecto a nuestros gustos hacia el grupo masculino? Hay que tener cuidado con ésto, chicas, no vaya a ser que un “peor es nada” nos encuentre con la guardia baja y ¡zas! Nos encandile y nos quedemos con él porque “peor sería nada”. Cuidado.

3) También creo que los gatos encajan a la perfección con las personalidades complicadas, desestructuradas (cuasidesastrosas) y raras. Malena Pichot tiene una gata, Carolina Aguirre tiene un gato, mis conocidas locas tienen un gato y yo, desde hace dos meses, adopté a “la” China.

4) Los gatos ya no son tan inexpresivos como habíamos pensado que eran. Al contrario, resultaron ser tan o más cariñosos que un perro y, aunque nos hayan arañado y mordido a nosotras y a cuanto objeto tuvieron cerca, nos conquistaron el corazón. Con esto afirmamos, una vez más, que nuestras opiniones y gustos mutan según pasa el tiempo y que, con un poco de cariño se nos conquista fácil el corazón.

Estos pocos puntos me parecen suficientes para darnos cuenta lo peligrosas que podemos ser a la hora de decidir o elegir según la situación o circunstancia en la que nos encontremos. Por eso, voy a insistir en que no debemos olvidar lo relevante que es pensar, repensar y recontra pensar antes de tomar cualquier decisión: desde ir a la peluquería queriendo “solo cortarnos las puntas” (todas sabemos que los peluqueros son los seres más persuasivos del mundo y tienen una capacidad especial para percibir cuando estamos con la guardia baja, tanto que pueden convencernos de hacernos más cosas de las planeadas y, por ende, sacarnos más plata), hasta realizar una gran inversión o aceptar ser parte de una relación comprometida (ser novias de alguien).

Si no mutamos de perder tiempo pensando pavadas o autoboicotearnos a ocupar tiempo en conocernos y medir cómo está nuestro termómetro anímico o motivacional, podemos hacer cosas de las que podemos arrepentirnos toda la vida, algunos hechos tendrán vuelta pero otros, lamentablemente, pueden resultar irremediables, lastimándonos a nosotras y muchas veces causando dolor a alguien más.

El corazón puede ser el motor más potente del ser humano pero también puede ser lo más engañoso que tengamos dentro. Vivamos bien la vida pero con cautela y, ante el impulso del arrebato, será mejor ir con calma.


¿Estás pasando por una situación complicada? ¿Necesitas charlar con alguien? Escribime a maggie_ojcius@hotmail.com o deja tu comentario debajo de este post.

¡Gracias por pasar y por leer! 
Las Vueltas de mi Ombligo. Todos los derechos reservados. © .