jueves, 22 de mayo de 2014

Son todos iguales...


jueves, 15 de mayo de 2014

Sos la piedrita especial que no llevo en el zapato

A veces te extraño, ¡no sabes cómo te extraño!
Ni siquiera lo sé yo, porque si lo sabría podría explicártelo
pero al estrujo del pecho parece que no le salen las palabras.

A veces te extraño,
a pesar de que siempre sé que no puedo
no puedo porque no debo
porque me dijiste que no, que no era posible
que no nos éramos, que lo nuestro no.

La luna vio que si pero vos decís que no.
Para mi que la luna está llena de desamor y, por eso,
cada tanto se va.

Quizás por eso mi cara tenga forma de luna
y vos tengas rasgos de lobizón.

A pesar de eso que siento en el pecho
me siento afortunada porque la mejor parte me la dejo yo,
porque la soledad y la luna son buenas amigas
pero ella y el lobizón se tratan mal, por eso andas así, 
con tanto vaivén emocional. 

Pobrecito, cada tanto te mando un abrazo,
pero vos, insensible, pensás que te lo da otra.

Sé que siento pero siento lo que no
mientras vos salís a sentir lo que si con otras que no van.

Me pone contenta saber que yo te encontré primero, 
y siempre vas a ser como esa piedrita que tiene una forma especial 
y por eso nos la dejamos cerca.
Vos sos especial, vos sos una piedrita especial que no llevo en el zapato.

Lo lindo es que ya no espero que me digas que si, solo te extraño. 
Extraño lo que esperé, masoquistamente extraño esperar.

El caso es que a veces, casi todos los días, te extraño.
Y vos, tan poco tacto, no sabes cómo te extraño
o quizás yo, tan tonta, no sepa que vos me extrañas también.





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