Hoy inflamos globos y prendemos velas para celebrar el cuarto año de una seguidilla de sucesos de amor, reflexión, descarga, desamor, catarsis, denuncia, satisfacción, ternura, alegría (y montón de etcéteras) que, bien o mal, pasé a prosa y poesía porque descubrí que es mi mejor manera de procesar la vida.
Felicidad deseada para aquellas personas que, sabiéndolo o no, me inspiraron a escribir.
Felicidad para mi por animarme a publicar y sacarme nudos de la garganta y,
felicidad futura para vos que también escribís, o para vos que te gusta leer, o para vos que haces ambas cosas y aún no te largás a dejarte conocer. Hacelo porque así te haces bien.
Gracias a los que están haciendo clicks hace mucho (desde que en el margen superior izquierdo había una lechuza tirando corazones -¿alguien se acuerda?-) y gracias a los que se fueron sumando al pasar los días.
¡Feliz cumpleblog para todos!