Química, piel y amor

En una de esas salidas cafeteras de amigos, planteamos el tópico: "Piel y química, ¿cuál es la diferencia?" Y luego de que cada uno expresó lo que para él o ella significaba, concluimos en que no son sinónimos sino que, para nosotros, resultaron ser pasos en el comienzo o la continuidad de una relación.

Voy a graficar estas conclusiones en un ejemplo:


Chica y chico asisten a una fiesta, no se conocen, cada uno viene de su lado y no tiene grandes expectativas para esa noche pero, en algún momento del evento, ¡pum!, ¡ups! se ven y en sus cabezas (en su hipotálamo más precisamente, según Virginia, una de las integrantes de la ronda cafetera de amigos), se produce un chispazo imperceptible para sus conciencias pero lo suficientemente fuerte para que sus cuerpos comiencen a sentir "algo" diferente a lo que les producen otras personas y todo el ambiente comience, de a poco, a reducirse a ellos dos, ni siquiera la música importará demasiado. Ese sería el primer "paso" o etapa, como un chispazo de atracción al que llamaremos "química"

Avanza la noche, luego de quinientas veintitres miradas alguno de los dos se acerca y con solo una palabra acorta los miles de kilómetros que hasta hace un momento los separaban: "¡Hola!" y con la respuesta del otro vendrá la conversación y... ¡habemus "química"!

¿Te llevaste muchas veces química a marzo? ¡Mirá la mano que te está dando ahora! Una vez más en la vida nos remitimos a que todo es cuestión de tiempo...

Y ahí los tenemos a nuestros protagonistas, charlando, bailando, queriendo acercarse cada vez más para que su hipotálamo envíe esas órdenes que se convertirán en sensaciones que recorrerán sus cuerpos y erizará su piel.

Luego, ninguno de los dos querrá resistirse a rendir el exámen del tercer paso y, por eso, ambos hacen volar sus niveles de ansiedad "al mango" y reducen cualquier tipo de interferencia para, en algún momento, acortar tanto las distancias como para hacer coincidir sus labios en un beso que determinará muchas cosas, entre ellas el "¿me das tu número?" y de ahí en más todas las posibilidades del Universo.

Todo puede terminar en ese beso o todo puede comenzar ahí, el hecho es que ambos están parados en el tercer escalón del recorrido y allí descubrirán si hay "piel" o si solo fue una mal envío del hipotálamo acompañado de una percepción errada.

Luego, después de esos tres "pasos", (suena a esos textos exitistas que te prometen hacer rico en ocho, diez o veinticuatro pasos), puede haber una hermosa y gran puerta llamada "amor" o, simplemente, el tercer escalón puede convertirse en un piso donde la piel será lo primordial de ese vínculo y, cuando alguno de los dos decida finalizar, esa "relación" caducará, aunque también puede convertirse en amistad. Pasa, ¿eh? Lo ideal sería no correr las cortinas de la expectativa o ilusión para que ningún corazón descuidado se enamore sin tener la reciprocidad del otro.

Ojo, el ejemplo del chico y la chica no es determinante, no significa que todo tenga que darse en una sola noche, también pueden pasar semanas y hasta  meses. Peero el ritmo, mis queridas féminas, lo marcamos nosotras a través de nuestros permisos o denegaciones. Nadie más que nosotras. De alguna manera, estamos acostumbradas a que el hombre tome la iniciativa, que sea él quien encare en el primer paso (aunque no siempre debe ser así), pero hay algo certero y es el hecho de que nosotras tenemos el timón que marca el ritmo de una relación, formal o informal, pero está en nosotros.

"Vos manejá los tiempos, fijate cuando querés que pasen las cosas. Yo no te obligo a nada", ¿no les resulta una frase conocida?

Y ahora que escribo me pongo a pensar en que los hombres se sienten más seguros a dar ese primer paso si están con una copa encima o algunas de más (certeza corroborada por más de un amigo personal). No me parece bueno pero, por ahí, es una señal de que a ellos también les cuesta expresarse y, por eso, necesitan emborrachar sus temores y limitaciones para atreverse a "encararnos". (Bonitos y bellos animalitos de la Creación :3 )

Continuando con el hilo del tema, creo que lo lindo de esta sucesión de "química, piel, amistad o amor", al menos para mí que amo lo desestructurado y todo lo que no cumpla rutinas, es que no tiene reglas fijas, cada pareja lo vivirá de una manera diferente, con más o menos aciertos, con todo sucediendo de una vez o con el hecho de haberse tenido que dar una segunda oportunidad porque en el primer encuentro, por distintas razones, no lograron estar "en sintonía".

A veces está bueno dar y darse segundas oportunidades, ¿no?

El caso es que es interesante cruzarse con personas que nos hagan sentir "cosquillas" nuevas y más lindo es que esa mezcla, si hay mucho más que química y piel, se convierta  en amor pero, si así no sucediera, habremos conocido a una persona más y, con seguridad, nos habremos enriquecido aprendiendo algo nuevo de ella.

Así que, para vos que leíste hasta acá, deseo:

¡Éxitos!, en tu camino y sabiduría para dar los mejores pasos,
¡Ánimo!, para sentirte digna de tener química, de tener piel y de recibir amor
¡Coraje!, para animarte a volver a intentar : )

¡Sigamos en contacto vía TW! @MaggieOjcius